jueves, 22 de mayo de 2014


LOS PEINADOS AFRO OCULTAN UN SECRETO
   

En la época de la Colonia, los peinados de los esclavos marcaban el camino hacia la libertad. Después de que las mujeres regresaban de la recolección y las labores del campo, peinaban a sus hijas con tropas -esas trenzas pegadas al cuero cabelludo- que en realidad eran mapas con guías para seguir la ruta de escape.



Así lo descubrió la socióloga de la Universidad Nacional Lina María Vargas en una investigación que realizó para su tesis de grado. Fue Leocadia Mosquera, una profesora afro descendiente residente en Bogotá, la que orientó a esta socióloga en los significados de los peinados de las comunidades afrocolombianas.
Entonces, las esclavas mujeres marcaban mojones o señales en el peinado de las niñas: un árbol grande, un camino, un sembrado. "Si el terreno era muy pantanoso, las tropas se tejían como surcos" cuenta Leocadia.


La observación estaba a cargo de las mujeres, que tenían un poco más de libertad que los hombres para moverse por las propiedades de los amos.
Los mapas comenzaban en la frente y se iban adentrando hasta la nuca. Los esclavos establecían códigos ocultos para interpretar estas guías formadas por nudos y trenzados. Las trenzas servían también para establecer sitios de encuentro.
Después de que los esclavos obtuvieron la libertad, los peinados, a los que se conocen como sucedidos, seguían contando historias, ya no era un método de resistencia, pero servían para mostrar lo que pasaba en la mina o en el sembrado.




Todo este mundo oculto fascinó a esta investigadora que empezó a adentrarse en el mundo de los peinados de los afrodescendientes, un saber que se ha transmitido de generación en generación.

Los looks modernos

Según Lina, además de esta vertiente tradicional, está también otra más contemporánea, que se nota especialmente entre las comunidades afrocolombianas que viven en las ciudades. Aquí, los deportistas y raperos estadounidenses son fuente de inspiración.


O si no que lo digan en la barbería Black and White, la original, situada en El Hueco.
Un pequeño local a donde llegan decenas de hombres para conseguir el look de moda.
Puede ser el Jersey, que tiene la apariencia de desvanecido; o el face, que consiste en una plancha con los laterales al ras.


Por supuesto, los clientes que no tienen muy claro qué corte quieren, pueden acudir a uno de los afiches que cuelga de la pared que dice American Style. Ahí se muestran las fotos con varios estilos para todos los gustos.

Jairo Manuel Pérez es cliente habitual de Black and White, vive en la Costa y se motila cada vez que viene a Medellín a hacer una vuelta. El jueves, a eso del mediodía, salió con el pelo muy corto y desbastado a los lados. La parte de la frente formaba un cuadrado perfecto y la barba un candado con cerquillo doble. "Es estilo afroamericano", señaló Jairo con cara de satisfacción antes de abandonar la peluquería.

Si muchos hombres lo prefieren al ras, y acuden a la cuchilla para darle al pelo variedad de formas, las mujeres afrocolombianas se inclinan por el "alisé", o las trenzas.
Estas últimas suelen ser muy elaboradas. Por lo general, los peinados resultan de reuniones en los días de descanso, cuando las mujeres se reúnen para conversar y al mismo tiempo, se peinan.


Lina María Vargas se adentró durante meses en las peluquerías de afrocolombianos en Bogotá y descubrió que en la actualidad, los peinados de estas comunidades también expresan, en cierto modo, una resistencia contra la cultura dominante. Trenzas como las tropas, el curly, las drelas o los sucedidos significan resistencia, esta vez contra estéticas hegemónicas de los blancos. Llevar el cabello de cierto modo es una manera de expresar la identidad", señala.

Las peinados de las comunidades afrocolombianas tienen un lenguaje oculto. No son accesorios, sino un arraigada forma de lucha y resistencia

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